Declaración política de la CME Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) 2022

¡Un llamamiento para la campaña Protejamos la Educación en Emergencias ¡Ya!

La Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), liderada todos los años por el movimiento de la Campaña Mundial por la Educación (CME), es un momento clave para los activistas de la educación de todo el mundo. Más de 100 países, cientos de organizaciones de la sociedad civil locales, nacionales, regionales y globales y millones de personas en todo el mundo se unen para defender y abogar por el derecho a una educación inclusiva y equitativa de calidad y oportunidades de aprendizaje de por vida para todos, y contribuir a lograr el ODS4.

A la luz de las importantes emergencias en todo el mundo y su impacto devastador en el derecho a la educación de millones de personas, en particular de los más vulnerables, esta SAME 2022 podría ser más importante que nunca: es un llamamiento urgente y fuerte a los Estados, líderes mundiales y a la comunidad internacional para la campaña Protejamos la Educación en Emergencias ¡Ya!

En este 2022, quizás más que nunca, el movimiento de la CME se debe comprometer por lo que se movilizará ampliamente. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, el mundo ya se enfrentaba a difíciles desafíos para poder cumplir con el derecho humano a la educación, particularmente para los grupos marginados. Sin embargo, a principios del 2020, la pandemia de COVID-19 sacudió el mundo tal como lo conocíamos, sumándose al aumento y empeoramiento de los desafíos existentes: con conflictos, el impacto del cambio climático, la pobreza, la violencia política y la represión. Todos estos elementos han alimentado situaciones de emergencia cada vez más complejas, entrelazadas y multifacéticas en todo el mundo, muchas de las cuales se han convertido en crisis prolongadas y cíclicas. Bajo este tipo de contextos, vemos cómo el derecho a una educación digna peligra enormemente.

Podemos ver ejemplos devastadores de cómo el derecho a la educación de millones de personas, particularmente de los más excluidos y vulnerables, está siendo vulnerado en contextos de crisis y emergencia en todos los rincones del mundo. El ejemplo más reciente son los ataques deliberados a centros educativos en Ucrania, pero hay muchos más ejemplos que se han venido sucediendo durante años.

La violencia, los conflictos y el empeoramiento de la crisis humanitaria en la región del Sahel dificultan cada vez más el acceso a una educación de calidad, especialmente en países como Níger, Malí y Burkina Faso. El 40% de los niños en edad escolar primaria de la región no asisten a la escuela, y la matriculación en los primeros años de la escuela secundaria es inferior al 56%.[1]

En Oriente Medio, Yemen sigue sufriendo el impacto de casi 8 años de guerra y sigue siendo la peor crisis humanitaria del mundo. El brutal conflicto armado, sumado a los impactos de la COVID-19 y el cambio climático, están poniendo a los niños, niñas y adolescentes en graves riesgos; todos estos factores han dejado a aproximadamente 8,1 millones de niñas y niños en edad escolar con la imperiosa necesidad de una educación en una situación de apoyo de emergencias, ya que los centros escolares están totalmente destruidos y dos tercios de los maestros no han recibido su salario habitual desde hace más de cuatro años. [2] Jordania y Líbano acogen a un gran porcentaje de refugiados sirios (1,3 millones y 1,5 millones respectivamente), lo que ejerce una enorme presión sobre sus sistemas educativos, que deben reforzarse con urgencia para así poder satisfacer las necesidades de los niños y jóvenes refugiados.[3]

En la región de Asia Oriental y el Pacífico, los impactos del cambio climático son uno de los principales impulsores de las situaciones de crisis y emergencias, particularmente considerando que los países de esta región se encuentran entre los más propensos a desastres del mundo. Esto afecta enormemente el derecho de los niños a la educación en los países más afectados, como Indonesia y Filipinas, entre otros.

En la región de América Latina y el Caribe, es imposible no mencionar el caso de Haití, un país donde casi la mitad de la población tiene menos de 18 años, pero el 50 % de los niños no puede asistir a la escuela primaria y el 60 % de los niños que asiste, abandona el colegio antes de llegar al sexto grado. Los desastres naturales, como el devastador terremoto de 2021, los conflictos y muchos otros riesgos cotidianos de violencia, abuso y explotación diarios han alimentado una crisis prolongada en el país que priva a millones de haitianos a ejercer su derecho a una educación de calidad.[4]

A nivel mundial, los conflictos y los desastres climáticos y ambientales, entre otros factores, han desencadenado una crisis de desplazamiento masiva y de rápido crecimiento, que empeora cada minuto: para el 2050, 216 millones de personas podrían desplazarse dentro de sus países como resultado del cambio climático[5], y 140 millones de personas del sur de Asia, África subsahariana y América Latina serán desplazadas también debido al cambio climático[6]. En cuanto al derecho a la educación, cabe destacar que les estamos fallando notoriamente a las personas desplazadas: por ejemplo, a pesar de que el derecho a la educación de los refugiados está protegido por el derecho internacional, el 48% de todos los niños refugiados en edad escolar no tienen acceso a la educación. [7] Además, la educación también es objeto de ataques deliberados en algunos contextos de emergencia: entre 2015 y 2019, hubo más de 11 000 ataques denunciados contra instalaciones del personal educativo y/o estudiantes y la educación, lo que perjudicó a más de 22 000 estudiantes y educadores en al menos 93 países.[8]

Cabe destacar que las niñas se ven particularmente afectadas por contextos de emergencia, especialmente cuando se cruza el factor género con otros factores de vulnerabilidad, lo que también tiene un impacto en su derecho a la educación: en este tipo de contextos, las niñas tienen más probabilidades que los niños de no asistir a la escuela en situaciones de emergencia, como hemos visto claramente en el caso extremo de Afganistán. [9] En contextos de crisis, los estudiantes con discapacidad también se encuentran entre los grupos más vulnerables, ya que se enfrentan a diversas formas de exclusión en la educación y tienen menos probabilidades de asistir o de finalizar la escuela que sus pares sin discapacidad.

Esta terrible situación nos obliga a actuar de inmediato y exigir a los Estados que cumplan con el lema de la campaña Protejamos la Educación en Emergencias ¡Ya!, incluso mediante:

  • La protección de la educación contra los ataques y adhiriéndose y cumpliendo con la Declaración de Escuelas Seguras, adoptada en 2015.
  • La provisión de entornos de aprendizaje seguros y accesibles para todos los estudiantes que se encuentran en contextos de emergencia, sin discriminación por motivos de género, discapacidad, raza, origen étnico o cualquier otro factor.
  • El desarrollo e implementación de planes y presupuestos educativos nacionales conscientes de la crisis, y la promoción de una inclusión equitativa y sostenible de refugiados, solicitantes de asilo, repatriados, apátridas y desplazados internos en los sistemas educativos nacionales.
  • La garantía de que los docentes estén protegidos, adecuadamente formados y remunerados
  • La promoción de una educación verdaderamente transformadora y base para la paz.
  • Escuchar las voces de las personas afectadas por emergencias – organizaciones de la sociedad civil, comunidades, familias, docentes – quienes son los primeros en responder ante estas situaciones. Sus experiencias, perspectivas e historias cuentan, y deben recibir plena consideración en los planes y políticas educativos.

Y, por último, pero no menos importante, la inversión en educación en situaciones de emergencia y crisis es absolutamente clave. A pesar de las cifras y las historias alarmantes, la educación sigue siendo una de las áreas de ayuda humanitaria con menos financiación, ya que recibe solo el 2,4 % de la financiación humanitaria mundial. La educación en situaciones de emergencia necesita desesperadamente una financiación suficiente, sostenible y predecible; esto implica, para los países donantes, asignar al menos el 10 % de los fondos humanitarios a la educación, lo que incluye el importante apoyo al proceso de reposición de la campaña La Educación No Puede Esperar (ECW por sus siglas en inglés).

El movimiento Campaña Mundial por la Educación (CME) está plenamente comprometido con la lucha por garantizar el derecho a la educación de los millones de personas que viven en contextos de emergencia y crisis (prolongada), así como con presionar a los Estados para que tomen las medidas urgentes necesarias para lograr este objetivo, así como el ODS4.

¡Únase a nosotros y movilícese durante la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) de 2022 y exija medidas urgentes para la campaña Protejamos la Educación en Emergencias ¡Ya! (Para obtener más información sobre las demandas de nuestra política, puede consultar el Llamamiento a la acción ¡Protejamos la Educación en Emergencias ¡Ya! – versión corta y larga).

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[1]https://www.worldbank.org/en/region/afr/publication/sahel-education-white-paper-the-state-of-education-in-the-sahel

[2]https://reliefweb.int/report/yemen/education-cannot-wait-announces-us17-million-grant-first-emergency-response-yemen

[3]https://www.brookings.edu/blog/future-development/2022/01/27/syrian-refugees-in-jordan-a-decade-and-counting/#:~:text=Most%20of%20the%20refugees%20are,while%20Lebanon%20claims%201.5%20million.

[4]https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/Advocacy%20Brief%20-%20HER%202021%20-%206%20Months%20On.pdf

[5]Coalición Mundial para Proteger la Educación de los Ataques, La Educación bajo Amenaza 2020, https://eua2020.protectingeducation.org/

[6]Coalición Mundial para Proteger la Educación de los Ataques, La Educación bajo Amenaza 2020,, https://eua2020.protectingeducation.org/

[7]Coalición Mundial para Proteger la Educación de los Ataques, La Educación bajo Amenaza 2020,, https://eua2020.protectingeducation.org/

[8]Coalición Mundial para Proteger la Educación de los Ataques, La Educación bajo Amenaza 2020, https://eua2020.protectingeducation.org/

[9]https://www.hrw.org/news/2022/03/23/taliban-close-girls-secondary-schools-afghanistan-again

La Campaña Mundial por la Educación (CME) es un movimiento de la sociedad civil cuyo objetivo es acabar con la exclusión en la educación. La educación es un derecho humano básico, y nuestra misión es asegurarnos de que los gobiernos actúen ahora para hacer realidad el derecho de todos a una educación pública, gratuita y de calidad.