La Campaña Mundial por la Educación celebra el Día Internacional de la Mujer de 2024 con el lema "Cuente con ella: invierta en ella".  El lema se alinea con la 68ª Comisión de la ONU sobre el Estado de la mujer (CSW 68), que investigará rutas para una mayor inclusión de mujeres y niñas en todo el mundo. El lema pone de manifiesto que, a pesar de los progresos, las mujeres continúan enfrentándose a barreras considerables a una participación económica igualitaria. Llama a garantizar la igualdad de oportunidades para que mujeres y niñas construyan sus capacidades y fortalezcan su capacidad para aprender, ganarse la vida y liderar. 

Como señaló el antiguo Secretario General de la ONU Bautros-Ghali, es imposible lograr un auténtico desarrollo social en ausencia de avances en el estado de las mujeres. Los derechos humanos no son dignos de su nombre si excluyen a la mitad femenina de la humanidad. La lucha por la igualdad de género es fundamental para la tarea global de crear un mundo más igualitario para todos los individuos y sociedades. 

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (UDHR), el Convenio de la Unesco contra la Discriminación en la educación (CADE) y otros tratados colectivos sobre derechos humanos garantizan que el derecho a la educación y el aprendizaje de por vida sin discriminación satisfacen las necesidades de los más marginados. Numerosos estudios han establecido que asignar recursos a la educación de las mujeres mejorará el bienestar de las mujeres y sus familias, aborda el problema de la pobreza y estimula la expansión económica. En el corazón del logro de la igualdad de género se encuentra la educación de mujeres y niñas y la eliminación de barreras a la educación y la creación de oportunidades para su avance. 

Las políticas, programas y prácticas educativas no abordan expresamente las barreras relacionadas con el género y las prácticas discriminatorias a las que se enfrentan las mujeres y las niñas en su búsqueda de una educación de calidad. El foco se concentra en el logro educativo de las niñas, con el convencimiento de que esta rectificación erradicará en última instancia disparidades para las mujeres en el futuro. La escasez de disposiciones transformadoras desde la perspectiva del género en las iniciativas políticas afecta a la interacción con chicas adolescentes y mujeres jóvenes más allá de los confines del aula y, en general, el logro de la igualdad de género en y a través de la educación. Esto debe afrontarse mediante estrategias educativas intergeneracionales en las que la financiación de género es fundamental para el empoderamiento inmediato de mujeres y niñas. Además, hay una brecha en el logro de la igualdad de género para 2030, que se debe a la alarmante falta de financiación, con un impactante déficit anual de 360 000 millones USD en el gasto en igualdad de género. 

Líderes políticos, ministros, parlamentarios, trabajadores civiles y jefes de gobierno deben comprometerse con la Educación transformadora de género y responsabilizarse de su progreso. Esto comienza con el incremento de la inversión en metodologías y soluciones basadas en evidencias que tengan la igualdad de género y la educación inclusiva como principal objetivo en la educación formal y no formal. Los líderes deben situar la igualdad de género en el centro de los planes del sector educativo, presupuestos y políticas.

La educación inicial y la formación del profesorado son fundamentales para resolver los múltiples desafíos de las mujeres. Unos profesores bien preparados, bien pagados y respaldados son la principal garantía de éxito.

Con motivo de la ocasión, la CME hace un llamamiento a una asignación adecuada de la partida del presupuesto educativo que se enfoque en asuntos de equidad y sensibilidad relacionados con el logro de la igualdad de género en la educación y la garantía del acceso a todos los niveles de la educación para mujeres y niñas.  Reconociendo y abordando las intersecciones de identidades y experiencias en la educación, las escuelas y las instituciones educativas pueden trabajar para crear entornos de aprendizaje más igualitarios e inclusivos para todos los estudiantes. Esto puede exigir que se replanteen planes de estudios y políticas para que reflejen perspectivas y experiencias más diversas y proporcionen apoyo y recursos a los estudiantes de las comunidades marginadas.

La Campaña Mundial por la Educación urge a los gobiernos a incluir presupuestos con perspectiva de género para abordar la desigualdad y garantizar que se hacen realidad los compromisos con la educación de género, asegurando la distribución igualitaria de género de la distribución de recursos y contribuyendo a la igualdad de oportunidades para aquellas previamente desaventajadas. 

 

Consulte la nota de reivindicación con perspectiva de género:  AQUÍ

En solidaridad. 

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La Campaña Mundial por la Educación (CME) es un movimiento de la sociedad civil cuyo objetivo es acabar con la exclusión en la educación. La educación es un derecho humano básico, y nuestra misión es asegurarnos de que los gobiernos actúen ahora para hacer realidad el derecho de todos a una educación pública, gratuita y de calidad.