2008: Educación de calidad para acabar con la exclusión: La mayor lección del mundo
Por sexta vez, los activistas de la educación de todo el mundo salieron en número récord para conmemorar la Semana de Acción Mundial. Desde su inicio en 2003, la semana ha pasado de dos millones de personas a la cifra récord de 8,8 millones en 2008. Durante la semana, la sociedad civil, las organizaciones intergubernamentales y algunos gobiernos se unen a nivel nacional en más de 100 países haciendo un llamamiento claro: la educación debe estar disponible para todos y ese acceso debe ir acompañado de calidad.
Se ha aceptado universalmente que la educación es un derecho humano. Su calidad no debe ser un privilegio, sino también un derecho, y por eso el tema de 2008, Educación de calidad para acabar con la exclusión, refuerza la necesidad de que los gobiernos aumenten la financiación para garantizar que la calidad sea una realidad. La calidad requiere dinero. La calidad no debe ser sólo un coto de las escuelas financiadas con fondos privados, sino del sistema escolar estatal/público, que alberga al grueso de los alumnos. La educación de calidad está en consonancia con el sexto objetivo de la Educación para Todos.
En muchos países, el llamamiento a la Educación para Todos ha aumentado el número de alumnos en clase, pero la proporción de profesores por alumno es muy poco saludable y es imposible para los profesores gestionar un número tan elevado de alumnos en una clase. Sigue faltando material y muchas escuelas están en condiciones deplorables que no permiten un aprendizaje eficaz. Teniendo en cuenta esto, no se puede decir que todo el mundo necesite una buena educación; no sólo una educación.
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