2005: Enviar a mi amigo a la escuela
En 2005, la CME movilizó una presión pública sin precedentes sobre los gobiernos y la comunidad internacional, exigiendo que cumplieran sus obligaciones de proporcionar una educación gratuita y de calidad a toda la población y que educaran para acabar con la pobreza. En todo el mundo, del 25 al 30 de abril, millones de activistas, defensores de los derechos de la infancia y profesores salieron a las calles, descendieron a los edificios de los parlamentos y llevaron a los políticos de vuelta a la escuela, llevando consigo un distintivo homenaje a los niños de todo el mundo que son dejados atrás por los sistemas educativos.
El reto "Envía a mi amigo a la escuela" invitó a los activistas de todo el mundo, tanto a los mayores como a los más jóvenes, a hacer una sencilla figura de cartón recortada, cada una de las cuales representaba a un niño sin escolarizar. Denominados "amigos", estos recortes se decoraron con dibujos y, a menudo, se enriquecieron con colores, cuentas, telas y lana. En cada uno de ellos, el fabricante escribía un mensaje a los líderes mundiales, implorando, suplicando y exigiendo que todos los niños tuvieran la oportunidad de ir a la escuela. Durante la Semana de Acción, los políticos se enfrentaron a estos "amigos" recortados y se les pidió que firmaran un compromiso para realizar una acción específica durante 2005 para enviar a estos "amigos" -y a todos los niños- a la escuela. Y en muchos países, los "amigos" se reunieron en gran número para entregarlos en importantes eventos políticos que afectaban a las posibilidades de que los niños fueran a la escuela.
En la Semana de Acción, los políticos y funcionarios acudieron en masa a las aulas de las escuelas, donde se les presentó a los "amigos" y vieron la realidad de la vida en la calle. Los niños expresaron cuestiones que los adultos temen mencionar; en un país rico, un niño preguntó: "¿Por qué gastan tanto en la guerra cuando podrían gastarlo en la educación de los pobres?". En algunos países mostraron mapas que destacaban a los menos afortunados que ellos y cuestionaron la falta de acción para llevarlos a todos a las puertas de la escuela. Más de 3.000 parlamentarios y 25 Jefes de Estado volvieron a la escuela y muchos de ellos se comprometieron y prometieron cambiar la educación en sus países.
Los activistas de la CME no se detuvieron ahí. En las capitales, las ciudades y los pueblos de todo el mundo se llevaron a cabo una serie de actividades animadas y llamativas. Marchas, concentraciones, debates y representaciones teatrales crearon un impacto que se sentirá durante años. Los "amigos" se adaptaron en cada país: en Filipinas, se convirtieron en cometas y volaron por las calles; en Bangladesh, las velas de los pequeños barcos llevaban mensajes para "enviar a mi amigo a la escuela" y en Brasil, se diseñaron "amigos" gigantes de tamaño natural como marionetas de carnaval. En India, un maratón de protesta corrió por la educación, y en París, los "amigos" de 24 artistas se expusieron en la sede de la UNESCO.