Todos los niños necesitan un profesor

Sin profesores, una escuela es sólo un edificio.

Sin profesores formados, la escuela no es educación.

Sin profesores formados para todos, la educación para todos nunca será una realidad. 

ECNAT Purple

Desde el año 2000, el mundo ha avanzado mucho en la escolarización de decenas de millones de niños, pero en 2008 ese progreso se detuvo. Hoy en día, 132 millones de niños siguen sin asistir a la escuela primaria y al primer ciclo de secundaria, con poca o ninguna esperanza de aprender a leer o escribir, con poca o ninguna esperanza de romper el ciclo de la pobreza.

Lo más importante que podemos hacer para que estos niños tengan la oportunidad de ejercer su derecho a la educación es asegurarnos de que todos y cada uno de ellos tengan acceso a un profesor formado. Sin embargo, hay una gran escasez de profesores. Para que todos los niños vayan a la escuela primaria, necesitamos 1,7 millones de profesores más, un millón más sólo en África.

Además, debemos garantizar que cada nuevo profesor -y cada profesor existente- tenga una formación inicial y continua de calidad. La formación de los profesores es absolutamente vital para garantizar que estar "en la escuela" también significa "aprender", pero ahora mismo muchos de los niños que han llegado a un aula pueden estar allí con profesores mal formados, y podrían salir de la educación primaria sin apenas saber leer o escribir.

  • En Chad sólo hay un profesor de preescolar por cada 1.815 niños de esta edad.
  • En Níger sólo hay 1.059 profesores de primer ciclo de secundaria formados en 2010, frente a 1,4 millones de niños en edad de cursar este ciclo, lo que significa que sólo hay un profesor formado por cada 1.318 niños.
  • En Malí, sólo la mitad de los profesores de primaria están formados, y sólo una cuarta parte de ellos han recibido una formación de seis meses o más.
  • Algunos países cuentan como formados a los que han terminado la escuela primaria y un curso de formación de un mes
  • Treinta y un países informan de que menos de tres cuartas partes de los profesores están formados (según cualquier norma nacional aceptada).

Tenemos que asegurarnos de que todos los profesores -tanto los nuevos como los que ya están en las aulas- estén bien formados, tengan acceso a la formación continua y sean tratados como profesionales, con un salario y unas condiciones decentes. Si los gobiernos valoran realmente el aprendizaje, deben valorar a los profesores. La Campaña Mundial por la Educación quiere que los líderes mundiales reconozcan que Todos los Niños Necesitan un Profesor, y que tomen medidas firmes para que esto sea una realidad.

Lea el informe

Todos los niños necesitan un profesor: Cerrar la brecha de docentes capacitados es un informe elaborado conjuntamente por la Campaña Mundial por la Educación y la Internacional de la Educación para identificar la gravedad de la brecha de docentes capacitados, su impacto en los sistemas educativos y hacer recomendaciones para cerrar esta brecha.

Otros recursos

El Instituto de Estadística de la UNESCO ha elaborado un eAtlas de los Docentes que permite visualizar las diferencias entre la oferta y la demanda de docentes a nivel nacional y mundial. A través de mapas, gráficos y tablas de clasificación, puede explorar los datos para responder a preguntas como: ¿cuántos nuevos profesores se necesitan para responder a la demanda de educación primaria? ¿Cómo se comparan las condiciones de trabajo de los profesores entre países y regiones? ¿En qué medida están representadas las mujeres en el personal docente?

Ver las visualizaciones del IEU

Visite el eAtlas de los docentes de la UNESCO en inglés | francés | español

El informe más reciente sobre las proyecciones de los docentes, elaborado por el IEU y el GMR de la EPT, puede verse aquí en inglés o en francés

Descargue el informe sobre los docentes a continuación:

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Descargue el eAtlas de los Docentes de la UNESCO a continuación:

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Demandas de la campaña

Los gobiernos nacionales deben

  • Elaborar planes de dotación de personal presupuestados, acordados con los parlamentos y la sociedad civil, para cubrir todo el déficit de profesores formados y desplegarlos de forma equitativa. (En situaciones de emergencia o post-conflicto, desarrollar planes de transición para avanzar hacia estos objetivos, de acuerdo con las partes interesadas nacionales).
  • Para 2014, medir y publicar la proporción de alumnos por profesor formado, en general y en el sector público, (según las normas de formación indicadas anteriormente), incluyendo las variaciones regionales. Esto debería incluirse en los informes para el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
  • Emprender una revisión de los planes nacionales del sector de la educación desde el punto de vista del género y desarrollar estrategias a largo plazo para contratar, formar, apoyar y compensar a las profesoras.
  • Desarrollar y hacer cumplir normas nacionales de formación elevadas, elaboradas con la profesión docente y en referencia a las normas internacionales.
  • Garantizar una formación inicial previa al servicio para todos los nuevos contratados para la enseñanza que cubra los conocimientos de la materia, la pedagogía y la formación en el diagnóstico de las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, con tiempo suficiente para desarrollar estas habilidades; elevar el nivel CINE de la formación del profesorado en al menos un nivel en los próximos tres años.
  • Proporcionar formación continua en el puesto de trabajo y desarrollo profesional para todos los profesores, haciendo uso de las comunidades de práctica y haciendo un seguimiento de la formación impartida.
  • Garantizar que todos los profesores reciban un salario digno y profesional; negociar y acordar las escalas salariales con los sindicatos de profesores; no utilizar la remuneración como un sistema de castigo y recompensa individualizado basado en pruebas de alto nivel u otras remuneraciones por "méritos".
  • Reforzar la dirección de las escuelas y promover la creación de comités de gestión escolar que incluyan a alumnos, profesores, padres y miembros de la comunidad local.
  • Promover programas de alfabetización de adultos que también capaciten a los padres recién alfabetizados para participar en la gestión escolar y apoyar a los profesores.
  • Apoyar la creación de Consejos Docentes para desarrollar y hacer cumplir las normas profesionales y la ética.
  • Asignar a la educación un mínimo del 20 por ciento de los presupuestos nacionales, o el 6 por ciento del PIB, y garantizar que al menos el 50 por ciento de ellos se dedique a la educación básica, con un porcentaje mucho mayor cuando sea necesario.
  • Centrar una parte considerable de la financiación de la educación postsecundaria en el desarrollo de programas de formación de profesores de alta calidad.
  • Ampliar progresivamente la base impositiva nacional, por ejemplo, fijando un tipo justo del impuesto de sociedades y no ofreciendo exenciones fiscales innecesarias.
  • Aplicar políticas macroeconómicas expansivas que permitan una mayor inversión en servicios públicos de calidad, resistiendo a la imposición de políticas de austeridad por parte del FMI u otros asesores.
  • Abrir los procesos de planificación y presupuestación a las organizaciones de la sociedad civil, incluidos los sindicatos de profesores, por ejemplo, mediante la participación en los grupos oficiales de socios del gobierno en el sector educativo (por ejemplo, los Grupos Locales de Educación).
  • Informar con regularidad y transparencia sobre los presupuestos y el gasto en educación, dejando claras las asignaciones a nivel de distrito/provincia y local, para que las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil puedan hacer un seguimiento del gasto.

Los donantes bilaterales deberían

  • Cumplir su compromiso de destinar al menos el 0,7% de la RNB a la ayuda.
  • Reajustar la AOD para destinar al menos el 10% a la educación básica, incluyendo las contribuciones a la GPE y una proporción del apoyo presupuestario.
  • Proporcionar una mayor proporción de AOD como apoyo presupuestario general o sectorial.
  • Garantizar que toda la ayuda a la educación esté alineada con los planes nacionales de educación, proporcionando financiación a través de un fondo común que apoye el plan nacional de educación.
  • Desarrollar y publicar un plan que establezca la contribución para abordar la crisis del profesorado y reducir la proporción de alumnos por profesor formado, e informar anualmente sobre los progresos realizados en relación con este plan.
  • Comprometerse con el Grupo de Trabajo Internacional sobre Docentes para la EPT y apoyarlo.

La GPE debería

  • Proporcionar una financiación coordinada y otro tipo de apoyo a la expansión de un personal docente bien formado y profesional, reconociendo explícitamente su importancia para los resultados del aprendizaje y la calidad de la educación. 

El Banco Mundial debería

  • Cumplir su promesa original de 2010 de financiación adicional para la educación básica, proporcionando al menos 6.800 millones de dólares para la educación básica en los países de la AIF entre 2011 y 2015, y un aumento de la financiación para el África subsahariana.
  • Abstenerse de proporcionar asesoramiento o condicionalidad que limite el estatus profesional, la formación, el salario o la sindicalización de los profesores, o que fomente la realización de pruebas de alto nivel.
  • Publicar su contribución prevista para hacer frente a la crisis del profesorado y reducir la proporción de alumnos por profesor, e informar anualmente sobre los progresos realizados en relación con este plan.

El FMI debería

  • Trabajar con los gobiernos y otras partes interesadas en la educación, como las organizaciones de profesores y otros grupos de la sociedad civil, para desarrollar marcos macroeconómicos que apoyen la expansión significativa de la inversión en profesores.
  • Ampliar su trabajo sobre los pisos de gasto social para incluir el apoyo a los gobiernos en el seguimiento de la inversión en profesores.

Los donantes privados deberían

  • Apoyar las estrategias nacionales para desarrollar el personal docente profesional para la educación pública, por ejemplo, contribuyendo a los fondos comunes que apoyan los planes nacionales del sector educativo.

La Campaña Mundial por la Educación (CME) es un movimiento de la sociedad civil cuyo objetivo es acabar con la exclusión en la educación. La educación es un derecho humano básico, y nuestra misión es asegurarnos de que los gobiernos actúen ahora para hacer realidad el derecho de todos a una educación pública, gratuita y de calidad.