Hoy, casi una de cada seis personas en el mundo no sabe leer ni escribir

El mundo está sumido en una crisis que tiene un impacto devastador en la autonomía personal, la seguridad económica, las oportunidades de empleo, los niveles de salud y la calidad de la democracia. Esta crisis no está en los titulares, no es nueva, y no se está abordando con los billones que se dedican a los rescates bancarios o al gasto militar. Es el hecho de que, en todo el mundo, casi una de cada seis personas mayores de 15 años no sabe leer ni escribir.

El impacto no es uniforme. Casi dos tercios de los analfabetos son mujeres y, a nivel mundial, casi una de cada cinco mujeres no sabe leer. En algunos países, más de cuatro de cada cinco mujeres no saben leer ni escribir. Esto es a la vez un signo y una causa de la continua marginación y pobreza de las mujeres. También hay una dimensión regional: algo más de dos tercios de los analfabetos del mundo están en Asia y el Pacífico. Y estos factores pueden superponerse: apenas la mitad de las mujeres adultas del sur y el oeste de Asia saben leer o escribir.

Lo que (no) se ha hecho

En el año 2000, los gobiernos del mundo se comprometieron con una agenda para la educación que había sido elaborada de acuerdo con activistas de la educación, profesores, representantes de estudiantes y otros grupos de ciudadanos de todo el mundo. Esta agenda prometía una educación primaria universal para todos, una educación primaria de buena calidad y una enorme reducción del número de adultos analfabetos.

Sin embargo, a pesar de algunos avances en el aumento de los niveles de alfabetización desde la década de 1990, en general no se han cumplido estos compromisos. No sólo hay todavía 773,5 millones de adultos que no saben leer ni escribir, sino que la calidad, a menudo muy deficiente, de la educación que se imparte a los niños en la actualidad significa que la crisis continuará -si se mantienen las tendencias actuales- para las generaciones futuras. Con demasiada frecuencia, los niños son aceptados en la escuela, pero no están aprendiendo ni siquiera las habilidades más básicas de alfabetización y aritmética, por no hablar de las habilidades creativas, sociales y analíticas más complejas que son fundamentales para el derecho a la educación. Según estimaciones recientes, de los 650 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria, 250 millones no están adquiriendo ni siquiera las competencias básicas de lectura, escritura y cálculo.

La alfabetización es crucial para el bienestar personal, para el desarrollo de las comunidades y las naciones, para la salud, para la autonomía personal y para la participación política y la gobernanza. El derecho a la educación -y aún menos los demás derechos a los que la educación permite acceder- no puede hacerse realidad si no se aborda uno de sus componentes más fundamentales: la capacidad de leer y escribir. Aunque no es ni mucho menos el único objetivo de la educación, es una parte necesaria de la misma.

Lo que hace la CME

Para hacer frente a la crisis de la alfabetización es necesario actuar sobre el acceso a la escolarización, la calidad de la misma y la oferta de oportunidades de aprendizaje significativas fuera del sistema escolar formal. En 2012 y 2013, la CME se está centrando en dos factores que pueden mejorar la mala calidad de la escolarización en muchas partes del mundo:

  • Profesores: la desastrosa falta de profesores formados socava la calidad de la educación. En todo el mundo, se necesitan 1,7 millones más de profesores de primaria para ofrecer una educación primaria universal en 2015, y millones más necesitan una formación adecuada. Este fue el tema de un informe, Closing the Trained Teacher Gap en 2012, y es el tema central de la Semana de Acción Mundial de la CME en 2013.
  • Materiales en lengua materna para los primeros grados: es bien sabido que la enseñanza -y el suministro de materiales- en lenguas maternas tiene un enorme impacto en el logro de la alfabetización y el aprendizaje en los primeros grados de la escolarización. La CME trabajará con las coaliciones miembros en 2013 para producir recursos y herramientas para abogar por más materiales en lengua materna.
Recursos
Descargue los recursos relacionados.
Comparte este artículo

La Campaña Mundial por la Educación (CME) es un movimiento de la sociedad civil cuyo objetivo es acabar con la exclusión en la educación. La educación es un derecho humano básico, y nuestra misión es asegurarnos de que los gobiernos actúen ahora para hacer realidad el derecho de todos a una educación pública, gratuita y de calidad.